DESPEDIDA DE SOLTERA
La noche antes de mi boda ocurrió aquel ruido de botas por los pastizales; el ensordecedor bramido del ganado y los ladridos de los perros se oyeron como un lamento. Entonces abrimos. Era el arco iris de las ráfagas de metrallas contra todos. Yo quedé incrustada en la puerta y por una rendija vi correr la sangre de la familia. Solo sentí miedo cuando cerraron la ventanita de vidrio de mi ataúd.
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