viernes, 22 de noviembre de 2013

HAGAMOS MEMORIA LECTORES




Para que no tengamos que decir dentro de cuatro años lo que está circulando por la red sobre “bajar a Santos” de la Presidencia de Colombia porque “nos engañó a 9.000.00 de Colombianos que creímos en sus promesas de campaña. No votamos por él para que le entregara el país a Chávez, a las Farc y a la izquierda suramericana. Que se puede esperar de semejante traidor”.
Recordemos que fue Alvaro Uribe (Presidente anterior de Colombia por ocho años) quien convenció al país de que JMSantos, su ministro de la guerra, era la mejor opción para el país y aprovechando su imagen desprestigió al profesor Antanas Mokus, su contendor, diciéndole que era un “caballo discapacitado” (por su recién diagnosticada enfermedad de Parkinson) entre otros insultos. Es decir, si se exigiera responsabilidad política debería aplicársele a A.Uribe.

Dicen en el escrito que las promesas de campaña han sido incumplidas. Era evidente la “traición” puesto que JMSantos desde hace muchos años viene exponiendo los principios de la “Tercera Vía” planteada por Anthony Gibbens, sociólogo Británico y asesor del que fuera Primer Ministro, Tony Blair; estos “pensamientos y políticas prácticas” intentan actualizar los planteamientos de la socialdemocracia, socialismo o izquierda, de que el Estado es el único abastecedor de servicios y los combina con la de los Liberales o Neoliberales para quienes el Mercado es el regulador de la sociedad, la estructura del Estado debe ser pequeña y los particulares ejercen la mayoría de las funciones. En la “Tercera Vía” se concilian la dos posiciones reconoce al Mercado como mecanismo para producir crecimiento y riqueza y al mismo tiempo plantea alternativas para el mejoramiento de las condiciones sociales y el rescate de los derechos de la población. Aquí surge la necesidad de un estado eficiente y de mayor tamaño que controle la actividad privada y afiance la alianza público-privada. Es lo que ha hecho JMSantos en diferentes frentes como la posibilidad de la restitución de tierras, el reconocimiento de las víctimas del conflicto, las políticas de un empleo decente y el “Buen Gobierno”.

Por el contrario  A.Uribe representa los intereses de los terratenientes y grandes empresarios del campo, de ahí su cercanía con las “convivir”,  autodefensas y su odio a flor de piel contra las Farc a quienes les  interesa entre otras cosas también las tierras. Para este modelo abiertamente neoliberal,  la iniciativa privada tiene más importancia y lo social es tratado como asistencialismo. El estado es más pequeño y el mercado regula sistemas tan importantes como la educación o la salud.  Nadie sensato desea las guerrillas, pero deberíamos  rechazar con igual o mayor fervor  a los paramilitares, a los delincuentes de cuello blanco, a los contratistas que aumentan el presupuesto de las obras para repartir porcentajes, a la justicia que negocia los delitos, a los políticos que legislan para sus intereses y todo aquello que atente al desarrollo equitativo.

En campaña JMSantos habló de Prosperidad Democrática,  inversión privada, combate a la guerrilla y  por supuesto un cambio de discurso agresivo por uno moderado.  La “traición” era anunciada y Uribe cayó en la trampa de que no habría modificaciones sustanciales de política. En estos últimos diez años se ha agravado la pobreza, la tierra se ha concentrado, ha hecho crisis la prestación del servicio de salud, la educación, no hay política agropecuaria que favorezca a los pobres, el desplazamiento deprime las ciudades, los paramilitares desmovilizados se organizaron en bandas criminales (bacrim) y nada de lo anterior fue resuelto con el modelo que representa A.Uribe.

También señalan en el escrito que JMSantos le ha entregado el país a Chávez;  primero está muerto y segundo Nicolás Maduro ha tenido tantas dificultades en su país que no soportaría uno más. Además ¿Dónde está la influencia de Venezuela en Colombia? Otra frase dice “que le ha entregado el país a las Farc”. “HAGAMOS MEMORIA”, ellas son dueñas de una parte importante del país, desde antes de Pastrana llegaron a tener 600 alcaldías municipales, tienen negocios más rentables que el mismo Estado Colombiano como el narcotráfico, explotación de minas de oro, inversiones fuera del país y el comercio de armas, otra cosa es la propaganda mediática de que  habían acabado con ellas.

Que la izquierda suramericana es dueña del país, es impreciso quizá por falta de conocimiento, las nuevas inversiones en Colombia son de Chilenos, Brasileros, Mexicanos y acuerdos importantes con empresarios de Perú. Las relaciones con Venezuela y Ecuador son de necesidad mutua. Colombia es un país independiente de las economías denominadas de izquierda a raíz de los sucesos con Venezuela a quien le vendíamos muchos productos alimenticios. De tal forma que el mencionado comunicado no ayuda a un Colombiano a tomar una buena decisión a la hora de elegir.

Adicionalmente algunos comentan que aplacemos las negociaciones con la Farc porque van a amenazar a los electores con las armas: esto no es nuevo, lo hacen los políticos del congreso con sacar de los puestos a los empleados, les compran los votos y además se roban el presupuesto público para pagarse el costo de la elección y los paramilitares en manguala con políticos, ganaderos y los llamados empresarios del campo o terratenientes, siembran el terror con la muerte o el desplazamiento forzado. La diferencia entonces es el mecanismo o tipo de amenaza, pero ni los unos ni los otros dejan en libertad al pueblo para que elija sus gobernantes. En Colombia hay constreñimiento al elector con armas o sin ellas. 

En el proceso electoral que se avecina ojalá no caigamos en el mismo error de fiarse de candidatos en cuerpo ajeno, ventrílocuos llenos de ira y odio y más bien HAGAMOS MEMORIA y exijamos planteamientos de fondo sobre el modelo de país que proponen adoptar y sobre todo en contra de LA CORRUPCIÓN. Este enemigo es el dueño del país, lo encontramos en la actividad más simple hasta la más compleja, en el niño, el adulto, el hombre, la mujer, el blanco, el negro, el indio, el mestizo hasta los inmigrantes recientes han aprendido con excelencia el oficio.