!OJO! HACER UN ALTO EN EL CAMINO
Fue exactamente lo que hice. Tres meses intensos dedicados a la alimentación inteligente, al ejercicio físico dirigido, a la profundización de mis bloqueos energéticos y emocionales para lograr algo por lo cual llegué: bajar de peso.
Creía que este se mantenía en ascenso por una mala pasada que el destino me estaba jugando y allí en la CLINICA RANGEL PEREIRA, casi interna en estos últimos meses, entendí que fue un resultado de un desorden alimenticio generado por circunstancias tales como la falta de conocimiento, entre otras, llevada por el consumismo de lo que aparece en las vitrinas y en la vida social, sin pensar si eso me producía cambios metabólicos que difícilmente hubiera podido solucionar sin la ayuda profesional de expertos.
En buena hora recurrí a ellos, porque no es suficiente (hoy es claro para mi) "cerrar el pico" se trata de ver al ser humano como un ente holistico, un engranaje en armonía con la mente (el cerebro), el espíritu y el cuerpo; esa búsqueda me condujo a mirar hacia adentro en la memoria pregrabada que no permitía hacer cosas diferentes para lograr resultados diferentes.
Todos merecemos ese ALTO EN EL CAMINO para pensar en ese ser integral que tiene el derecho de estar en paz consigo y con los demás. Y el resultado del proceso, aunque no es fácil, es lograr aquello que motivó la búsqueda de ayuda. Hoy el ejercicio, la comida, los alimentos y su preparación se han convertido en una actividad placentera y una forma más amable de tratar mi cuerpo y mi salud.
Con el peso añorado, buenos indicadores de salud y la mente en armonía con el resto que conforma esta unidad humana, siento que es necesario dar gracias a todo el equipo de la Clínica Rangel Pereira quienes con su dedicación, estudio, profesionalismo y carisma, durante treinta años, han sacado a muchas personas de ese túnel sin salida cual es la salud física, la mental y el peso.
Creía que este se mantenía en ascenso por una mala pasada que el destino me estaba jugando y allí en la CLINICA RANGEL PEREIRA, casi interna en estos últimos meses, entendí que fue un resultado de un desorden alimenticio generado por circunstancias tales como la falta de conocimiento, entre otras, llevada por el consumismo de lo que aparece en las vitrinas y en la vida social, sin pensar si eso me producía cambios metabólicos que difícilmente hubiera podido solucionar sin la ayuda profesional de expertos.
En buena hora recurrí a ellos, porque no es suficiente (hoy es claro para mi) "cerrar el pico" se trata de ver al ser humano como un ente holistico, un engranaje en armonía con la mente (el cerebro), el espíritu y el cuerpo; esa búsqueda me condujo a mirar hacia adentro en la memoria pregrabada que no permitía hacer cosas diferentes para lograr resultados diferentes.
Todos merecemos ese ALTO EN EL CAMINO para pensar en ese ser integral que tiene el derecho de estar en paz consigo y con los demás. Y el resultado del proceso, aunque no es fácil, es lograr aquello que motivó la búsqueda de ayuda. Hoy el ejercicio, la comida, los alimentos y su preparación se han convertido en una actividad placentera y una forma más amable de tratar mi cuerpo y mi salud.
Con el peso añorado, buenos indicadores de salud y la mente en armonía con el resto que conforma esta unidad humana, siento que es necesario dar gracias a todo el equipo de la Clínica Rangel Pereira quienes con su dedicación, estudio, profesionalismo y carisma, durante treinta años, han sacado a muchas personas de ese túnel sin salida cual es la salud física, la mental y el peso.
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