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Mostrando entradas de septiembre, 2009

Deuda saldada

Entré al cuarto y lo vi ahí atado del cuello con el cáñamo de su hamaca. Me dijo, retira lo queda de dinero en el banco y tumbó el banquillo con los pies.

COMENTARIOS A UN TEXTO

Sincelejo, Septiembre 29 de 2009 ¿APRENDER LITERATURA O CONVERTIRSE EN LECTOR? Contar ha sido una necesidad en el ser humano. La memoria escrita menciona desde el Siglo II a.c. a las Fábulas de Esopo, Homero, Satiricón, Brahamans en la India, Épica de Gilgamesh, Las mil y una noches, Los cuentos de Canterbury, la recopilación de Charles Perrault, como La Cenicienta y otros más. También recordamos a los juglares que relataban sus vivencias de lugar en lugar y aún hoy, tenemos a nuestros indígenas, en donde el mayor de la tribu, Mamo, le trasmite su sabiduría a otro para conservar su cultura. Estas historias han sido recogidas de la tradición oral para ser escritas posteriormente. Con el paso de los años cada escritor ha tenido como referencia a los anteriores, en su estilo, técnica o forma de escribir. Ese estilo se ha mejorado con la creación, que inventa, crea una nueva forma de contar muchas veces la misma historia. Y ha sido tarea de los escritores descubrir la enjalma de cad

DENUNCIO LA INDEFENSION

Miércoles 9 de Septiembre DENUNCIO LA INDEFENSION Un miércoles cualquiera inicia con el POWER del computador. Suena la indicación que ha sido cargado el enrutador y la red inalámbrica está conectada. Se activan: el Messinger, el Skype y la Wradio. Después del gimnasio, baño, desayuno pasa al trabajo en casa. Se siente feliz, obvia trancones, evita los pitos, peatones, motos, el horario y el sol. Tararea canciones y degusta los comentarios acerca de las noticias del país. Los ventiladores agitan sus hélices, saltan los zancudos e inicia las conversaciones en la red. No ha pasado una hora, cuando aparece un letrero fatal: “no puede mostrarse la página web”. Mueve cables, reinicia el equipo, hace los protocolos de ayuda y continúa el mensaje. Golpea la mesa, recorre cuartos, cocina, sala, dando tiempo a su restablecimiento, pasa un tiempo y hace la llamada. Marca el número 8000 para reportar el daño, contesta una amable máquina que le informa sobre líneas ocupadas y la necesidad de espera